I-g-NACIÓ

miércoles, 29 de agosto de 2007

 

Fue una mañana de un loco y raro noviembre en el que, hasta la Madre Naturaleza, quiso dejar su huella en forma de tornados que, a modo de gigantes, salieron de la mar. Tras unos cuantos contratiempos, llegó a nuestras vidas. Los escasos 70 kilómetros que me separaban de él, fueron interminables. Cuando por fín pude tenerlo en mis brazos, supe con certeza, que estaba ante un ser prodigioso, mágico, de esos que una vez que te han mirado y sonreido, logran colarse para siempre en lo profundo de tu corazón. La vida, envidiosa, quiso que sus dones fueran contra-restados con su limitación de movimientos. Pero a cambio le regaló alas, para que fuera nuestro ángel. Tiene a penas 6 años y ya sabe lo que es el rechazo de una sociedad hipócrita como la nuestra, donde la gente que no encaja con los cánones establecidos, no es aceptada. A pesar de ello, amanece cada día lleno de energías, tantas que por muchas injusticias que sufra, nada ni nadie es capaz de arrebatarle su sonrisa y su seguridad en sí mismo. Por ello, por nacer en esta familia, mi familia. Por hacer que con una simple mirada se ilumine mi mundo. Por enseñarme cada día, que es muy simple ser feliz si uno mismo se acepta tal y como es; por esta sensación de vacio que dejas cuando estas más de dos días alejado de nosotros... Por todo esto: GRACIAS POR EXISTIR, NACHETE!!!

2 comentarios:

Javier Romero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javier Romero dijo...

Pues sí, es impresionante. Tan pronto lo conocí comprendí lo que hablabas de él.

Y el resto de los mortales podrán decirle lo que quieran, que el también lo hará.

Mil besos