Recesión o crisis, llamenlo como deseen

martes, 16 de septiembre de 2008

 

Ha habido crisis peores que esta. Eso es lo que oigo continuamente a mi alrededor, pero no me consuela, a mi me importa un comino las crisis del 92, del 94 o el crack del 29. La que estoy padeciendo es esta.
Todos los españoles teníamos una mínima esperanza de que el señor presidente del gobierno, le echara "huevos" de una vez y aportara soluciones en su comparecencia en el congreso. Pero tras escuchar las palabras de unos grupos parlamentarios y otros, te das cuenta de que los políticos son todos iguales. Mientras sus orzas estén bien llenas pueden preocuparse de nimiedades como el uniforme de las feminas de las fuerzas armadas. ¿Qué confianza tratan de darnos cuando el paro se incrementa por encima de las previsiones? ¿Cuando el señor Pepiño Blanco tiene la osadía de decir que en España se vive mejor que nunca? ¿Será por el ático que se esta construyendo en Galicia o por la subida de sueldo del padre de nuestra excelsa ministra de "igualdad"?
Me da bastante miedo pensar en que la situación está totalmente fuera de control. Que se trata de una crisis a nivel mundial, es casi indiscutible, pero a diferencia de los paises "importantes", a los que Rosa Diez quiere parecerse, aquellos países en los que es prioridad para el Estado la economía de sus ciudadanos, en el nuestro se da prioridad a gilipolleces tales como la ley del aborto y de la eutanasia; que en mi humilde opinión son sólo cortinas de humo para disimular la que se nos viene encima. Con todo esto, no reniego de la política social, es necesaría e importante. Supongo que es cuestión de prioridades, pero de qué nos sirve vivir en un país en el que se pueda abortar o en el que podamos morir cuando nos plazca, si lo más importante que es la vida y la vivienda digna del individuo están a punto de convertirse en una utopía.
Testimonios de personas que han pasado de tener un trabajo estable, un hogar y una familia a estar totalmente desauciados, no son testimonios de ficción, los tenemos más cerca de lo que a muchos les gustaría reconocer. No es dramatismo, es la realidad pura y dura.
Espero que la clase política decida que va siendo hora de dejar de llenarse sus bolsillos particulares para poner remedio a esta situación.

2 comentarios:

Javier Romero dijo...

Entre otras cosas, me he quedado sin trabajo y es bastante complicado encontrar otro.

En fin, que como ya se ha dicho en otras ocasiones, lo importante comprar votos.

Un beso mientras sigo editando el currículum vitae

Anónimo dijo...

Y de todo esto, lo que más rabia me da es aquello que, estando en una situación cómoda, relajada, que no peligra su puesto de trabajo (o eso creen ellos), tildan la crisis como algo necesario, que va a ayudar a bajar los precios, que sólo perjudica a los especuladores, que gracias a eso, dentro de 3 años me aprovecharé de la pobre parejita embargada para comprarles su piso a la mitad de lo que les costó a ellos.
No amigos, por desgracia, las crisis sólo perjudican a las clases más desfavorecidas, y si aumenta la crisis, a las clases medias. Si el que lo comenta se considera ajeno a todo esto, demuestra muy poca empatía con la gente que lo necesita. Demuestran que fuera de su ombligo no les afecta nada.
Y ya se sabe del que se alegra del mal ajeno...