Quizá este blog no empiece de la manera más amena y felíz posible. Pero el desamor es una fase tan imprescindible como cualquier otra en nuestras vidas. Este estado te desgarra, te hace morir, en ocasiones desespera y te hace dudar de tus capacidades más básicas.
Pero, repito, es necesario. Hay semillas que deben pudrirse, para dar fruto de nuevo.
Así que, tras mi primer año sin ti, tras mis primeros 365 días de DESAMOR (con mayúsculas), ha llegado el momento de dar paso a todo lo bueno que dejaste en mí, y que no conseguiste llevarte con tu partida. Es hora de pasar página, de disfrutar de las personas que durante este letargo me han brindado su hombro a modo de bastón, para poder seguir caminando sin el cobijo que tú proporcionabas a mi vida.
Es el momento de la despedida, de decir adiós para siempre a esa inocencia compartida durante casi seis años, y dar paso a mi nuevo mundo: LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS.
3 comentarios:
Es un buen momento para hacer balance (no es necesario pensar en asientos fiscales en este caso) de lo que has perdido y lo que has ganado o estás ganando.
Hace poco menos de un año conocí a una Rocío que disfrazaba su dolor bajo una sonrisa resignada y ahora, en cambio, una sonrisa sincera se empieza poco a poco a reir de ese dolor.
Mil besos mi niña.
Parece tan necesario desenamorarse, que hasta la vida se antoja cruel. Muchos días me repito a mi misma, que cada capítulo doloroso de nuestra película particular, es una gran lección, de esas que no se imparten en colegios de monjas o clases de derecho natural. ¿Cuánto desamor cabe en 365 días? Este año estamos aprediendo muchas lecciones amiga mía, mi reto es no volver a tropezar con la misma piedra ( no va por ahí roci!). NO quiero seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez. ¿Cuál es tu reto?
Eres una gran amiga, y por eso te quiero.
Cristina
Pues si Javi, gracias a personas como tu, mi sonrisa se ha vuelto sincera y continua...
En cuanto a ti, mi niña, los malos momentos pasarán.Mi gran reto es SOBREVIVIR lo mejor posible e intentar, por una vez, pensar primero en mí misma.
Os quiero mucho a los dos..
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