Memoria histórica

miércoles, 20 de febrero de 2008

 

Uno de los capítulos más dramáticos y lamentables de nuestra historia fue la Guerra Civil. Como en todas las guerras civiles, a mi entender, no hay razones históricas, políticas o morales que justifiquen el enfrentamiento de hermanos contra hermanos, en un país dividido en dos bandos (según la historia oficial, uno "malo" y otro "bueno"). Demasiadas abstracciones para un pueblo en decadencia, inculto y decepcionado politicamente, cuya preocupación máxima era salir adelante con los pocos recursos de los que disponía.
Por suerte, por mi edad, no he vivido ni la guerra, ni la dictadura, ni la transición. Pienso que es bueno tener memoria histórica, es algo que te enriquece cultural y socialmente, que te hace no volver a cometer los mismos errores de antaño. Pero si hay algo que no acabaré de entender, es la manía que tiene el actual gobierno (ahora disuelto por la proximidad de las elecciones), en revivir una guerra civil, que como tal, tuvo cosas malas por ambos bandos.
No me cabrá nunca en la cabeza, que intenten resucitar los muertos del pasado cuando la mayor parte de la sociedad actual no hemos vivido, afortunadamente, esa época.
Si me paro a pensar en toda la crispación creada durante estos cuatro años, me parece algo enormemente bochornoso. Siento impotencia y rabia cuando veo que muchos de los jovenes, que hemos sido criados en una sociedad democrática y llena de libertades, no seamos capaces de reaccionar ante tanto ataque. El ataque a la libertad de expresión y, mucho peor si cabe, a la Constitución.
Es lamentable ver como grupos de fanáticos, atacan a personas que libremente expresan sus ideales políticos perteneciendo a partidos democráticos. Es el caso de María San Gil, Dolores Nadal y Rosa Diez, atacadas al grito de "fuera fascistas", por energúmenos que con sus mismos actos se descalifican.
Hay problemas reales y actuales que, a mi humilde entender, merecen más atención. Como es el caso de la vivienda digna, recogida en nuestra apeleada Constitución; la sanidad, el crecimiento de la inflación....
Así que señores políticos, dejénse de memoria histórica y de crispación, y gasten sus energías en solucionar temas del presente.

3 comentarios:

Javier Romero dijo...

Quizás lo más sencillo es inventar un problema para luego luchar contra él. Si actualmente vivimos en una democracia y hace 33 años que terminó la dictadura, no estamos en condiciones de pedir responsables ahora.

Si me permiten la comparación, es como hacer un exorcismo a alguien que simplemente, es nerviosa.

Cienes y cienes de besos viendo informativos sobre la campaña electoral.

Javier Romero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

yo me pregunto dónde queda mi derecho a enterrar a mis muertos como yo quiera, ya que no lo pudieron hacer ni mis abuelos ni mis padres... vamos, digo yo que no me pueden impedir eso no?. Es muy fácil hablar de no remover los que no tienen nada, los que llevan esperando ¿no tienen derecho?
Helena